No olvides esto antes del día de tu boda: Algo va a salir mal. No me odies y no me taches de pesimista. Pero es la verdad. Y no es que algo vaya a salir MAL, pero lo que si te puedo asegurar es que algo va a salir diferente a lo que pensabas. El truco es que estés preparada para manejarlo y hoy te digo cómo.
A lo mejor las flores se ven diferentes a las que te enseñaron en la muestra, o la comida no te sabe igual o te parece que se ven muchas o muy pocas mesas.
Y necesitas aceptar y decidir desde antes cómo vas a reaccionar a esto
Puedes decidir que no vas a reaccionar y que vas a fluir. Te puedes inventar un mantra para llevártelo el día de tu boda y repetírtelo mientras te arreglan para que se impregne en tu pensamiento durante el día. Puedes ser algo como: Disfruto cada momento y todo sale como debe ser.
Tienes que acordarte que la vida no es perfecta y tampoco lo puede ser un día. Las cosas suceden y la perfección de la vida viene de fluir con esto.
Lo único que puedes controlar es cómo vas a reaccionar
Y de consuelo… normalmente las cosas que salen mal (o diferentes) son las que hacen que un evento o día se quede tatuado en nuestra memoria. Te puedo apostar que tienes por lo menos 2 historias de algo que salió mal que convirtió en la historia en algo memorable. Y el típico “algún día te vas a reír de esto” también es bueno tener en mente, porque eventualmente llegará ese día y si hay algo que necesitamos en esta vida es un buen sentido del humor.
Así que hoy mi consejo es:
haz paz con lo que va a salir diferente y
decide desde antes que vas a fluir con esto
Fuera de esto quiero decirte que si tienes una buena planeación todo va a salir increíble y te vas a divertir como nunca. ¡Disfruta! es tu boda. Lo que salió bien, salió bien. Lo que no no. Y ya está. Enfócate en lo bueno y trata de estar presente en cada momento del día.
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